Es la mejor cita que he podido conseguir sin el auxilio de nuestro sabio bibliógrafo, divulgador de esta redundante receta. Esperemos que nos ayude y la podamos citar exactamente:
"Cómprese cuarto kilo de chufas y pónganse a secar colgadas de una cuerda. Cuando estén bien secas, échense en agua.
Prepárese un perol grande, viértanse en él las chufas y sírvanse.
Si se quiere que los comensales queden contentos, en lugar de servir las chufas sírvase otra cosa. Por ejemplo, un bistec”.
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